jueves, 8 de abril de 2010

MITRAISMO

En la cosmogonía de Zoroastro, Mitra era un Dios menor. Había nacido de una roca en una noche estrellada, y vivió rodeado de pastores durante toda su infancia. Era una fe en ciertos aspectos parecida al judaísmo y al cristianismo.
La historia del Diluvio Universal se concretaba en un arca de madera, y la creencia en un Mesías redentor, que resucitaría de entre los muertos, tuvo vida también.
Esta religión parecía estar llena de misterios y de influencias sacerdotales. Mitra estaba representada por el Sol. Solamente los iniciados podían conocer sus misterios, después de un complicado ritual de purificación y escenificación de la vida de Mitra.
Este culto al Sol tenía reminiscencias egipcias, pero fue bien recibido en Occidente, en especial en Roma, por lo que llegó a ser una de las más importantes religiones del Imperio romano, representando el culto a Mitra, antigua divinidad persa de la luz y la cordura.
En el Avesta, uno de los textos mas sagrados de los antiguos persas, Mitra aparece como el principal Yazata (del Avestan, “Benefactor”) o buen espíritu y gobernante del mundo.
Se suponía que había matado al toro divino, de cuyo cuerpo muerto surgieron todas las plantas y animales beneficiosos para la humanidad.
Tras la conquista de Asiria en el siglo VII A.c. y de Babilonia en el siglo VI A.c., Mitra se convirtió en el dios del sol, que era venerado en su nombre. Los griegos de Asia Menor, por identificación de Mitra con Helios (el dios griego del sol) colaboraron en la difusión del culto. Fue conocido en Roma hacia el año 68 A.c. gracias a la devoción que le profesaban los piratas cilicios capturados por el general romano Pompeyo el Grande, y en los primeros años del Imperio su culto se extendió con gran rapidez por toda Italia y las provincias romanas.
Fue creencia que rivalizó con el cristianismo en el Imperio romano. El mitraísmo era parecido al cristianismo en muchos aspectos, por ejemplo en las ideas de humildad y amor fraternal, bautismo, rito de la comunión, utilización de agua bendita, adoración de los pastores en el nacimiento de Mitra, veneración de los domingos, considerar el 25 de diciembre (fecha del nacimiento de Mitra) como día santo, y la creencia en la inmortalidad del alma, el juicio final y la resurrección de los muertos. El mitraísmo difiere del cristianismo en que este excluye a las mujeres de sus ceremonias y en su disposición a aceptar ó transigir con el politeísmo. Sus numerosas similitudes, sin embargo, facilitaron la conversión de sus seguidores a la doctrina cristiana. Cuando Juliano el Apóstata quiso destruir el cristianismo no encontró mejor medio que favorecer el culto de Mitra, muy en boga entre la nobleza y los patricios romanos. Mas el cristianismo se encontraba ya lo suficientemente afianzado para vencer al mitraísmo romano.

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