jueves, 8 de abril de 2010

BRAHMA.

Los innumerables dioses védicos no pudieron impedir el deseo de los creyentes, de dar con un ser más poderoso, un Dios único capaz de dominarlos a todos y que: en última instancia, regiría el mundo. Este Dios o principio, fue Brahma. Sin embargo, las tendencias politeístas eran tan fuertes que de Brahma empezaron a surgir, por sucesivas emanaciones, multitud de dioses porque en la India todo es Dios, está conectado con Dios ó todo procede de Dios.
Un sacerdote hindú afirmaba que existen unos 333 millones de dioses en la India.
En la nueva reforma religiosa hindú, existía un principio universal todopoderoso, "Brahma", y un principio particular de cada uno de nosotros, el "Atman", el ser concreto. La filosofía desarrollada a raíz de estos principios llegó a conclusiones verdaderamente curiosas. En los libros sagrados o Upanishadas, así como en los poemas épicos, el Mahabharata y el Ramayana, se esbozan las líneas de este pensamiento. Todo ha de volver al espíritu del Dios, todo ha de pasar y suceder.
Nuestra vida actual no es sino el premio o castigo de otras vidas anteriores.
El "karma" es la encarnación indefinida. El ladrón, al morir, deja su cuerpo en la sepultura, pero su espíritu va a informar el cuerpo de un cuervo o de un gato. Por sucesivas depuraciones se va ascendiendo en la escala de perfección hasta que un día el alma consigue el Nirvana eterno, la aniquilación total. Una trilogía de dioses preside el desarrollo de la vida en el mundo, cada uno de los cuales tiene una esposa: Brahma y Saravasti, Shiva y Kali, Vishnu y Lakshui. También en la India encontramos vestigios de mitos o hechos reales señalados en otras religiones. Así, se habla de cómo Vishnu se convirtió en pez cuando ocurrió el gran diluvio que inundó la tierra, y salvó con esta transformación los libros del Manu, código supremo del hinduismo.
El hinduismo fue siempre una religión eminentemente sacerdotal. Los monjes, santones, brahmanes y fakires eran, y son, muy respetados por el pueblo creyente de esa u otra religión.
La reverencia, por ejemplo, hacia las vacas, consideradas animales sagrados, es uno de los factores del hambre endémica de la India, el país que consume menos leche del mundo porque no es lícito extraerla de las innumerables vacas que gozan de consideración superior a la de un ser humano.
Sin embargo, el hinduismo sufrió una transformación profunda al surgir un hombre extraordinario: Siddartha Gautama, llamado el Buda, palabra que significa "El Iluminado".

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